23.9.20

ÁLVAREZ QUINTERO, Serafín y Joaquín

[GELEX77]

Comediógrafos españoles, nacidos en Utrera y muertos en Madrid (Serafín, 1871-1938; Joaquín, 1873-1944).

En 1889 se establecieron en Sevilla, donde vivieron por algún tiempo como modestos empleados de Hacienda, mientras colaboraban en diversos periódicos y revistas con el seudónimo El diablo cojuelo; pero pronto se dedicaron exclusivamente al teatro.  Su producción comprende unas doscientas obras, entre comedias, dramas, sainetes, juguetes cómicos y zarzuelas, todos ellos escritos en estrecha colaboración.  El entremés titulado El ojito derecho (1897) constituyó su primer triunfo escénico; cultivaron después la comedia de costumbres con Los galeotes (1900), El patio (1900), Las flores (1901), El genio alegre (1907), Las de Caín (1909), Doña Clarines (1909), Amores y amoríos (1910), Puebla de las mujeres (1912), Así se escribe la historia (1910) y El mundo es un pañuelo (1920).

Muy inferiores, si bien alcanzaron en su época un éxito semejante, son algunos dramas en los que plantean conflictos sentimentales o morales: Malvaloca (1912) y Cancionera (1924), así como la adaptación escénica de Marianela (1916), la novela de Pérez Galdós.

Entre sus piezas cortas figuran: Los piropos (1902), El flechazo (1902), Hablando se entiende la gente (1913), y los libretos de zarzuela La reina mora (1903), La patria chica (1907), La muela del rey Farfán (1910), La del dos de Mayo (1920).

La producción de los hermanos Quintero enlaza con el costumbrismo decimonónico y, por lo que se refiere a la técnica dramática, procede del sainete y el entremés tradicionales, incluso en las comedias largas, donde se advierte una estructura fragmentaria, mediante la sucesión de cuadros más o menos independientes, unidos por una leve trama; abundan, en sus obras, los tipos episódicos y pintorescos de Sevilla y la baja Andalucía.

El teatro de los Quintero posee indudable amenidad y un diálogo ingenioso y sutil.

(Real academia española, 1913.)


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