26.5.22

Eco y Narciso

[GELEX77]

Eco y Narciso.

Drama mitológico de Calderón, escrito, según Valbuena, hacia 1661 y
publicado en 1672, en la 'Cuarta parte de las Comedias de Calderón'.
Su argumento está basado en la fábula del mismo nombre, de Ovidio
(Metamorfosis).  El argumento del drama es bastante simple.   Un
conjunto de pastores celebra con diversas fiestas el cumpleaños de la
pastora Eco, famosa por su belleza.  Mientras tanto, Liríope, hija de
Sileno, que fue raptada en su juventud por Céfiro, vive en el bosque
cuidando a su bello hijo Narciso.  Liríope y Sileno se encuentran,
pero su alegría se ve turbada por la desaparición de Narciso.  Al fin
le encuentra Eco y le declara su amor, pero aquél no quiere
corresponderle porque Eco se adelantó en su declaración amorosa.
Narciso sigue enamorado de Eco y marcha al bosque a cazar; mientras
Liríope, con poderes mágicos, prepara un veneno que al ser pisado por
Eco le hará perder su maravillosa voz, permitiéndole sólo contestar
con la última palabra de la conversación.  Narciso encuentra una
fuente, y al mirarse se enamora de sí mismo.  La obra acaba con la
desaparición de Eco, convertida en aire, y la muerte de Narciso, cuyo
cuerpo desaparece, y en su lugar se encuentra la flor que lleva su
nombre.

Calderón supo tratar con suma delicadeza el amor de Eco y destacar el
egoísmo de Narciso.  Mezcló elementos mitológicos con anacronismos.
La obra fue imitada con el mismo título por Carlo Gozzi.


--Eco, en griego Ẽkhõ, ninfa de las fuentes y de los bosques,
personificación del eco.  Cirada por las ninfas, instruida por las
musas, buscaba la soledad y evitaba la presencia de los dioses y de
los hombres.  Pan, que había sido rechazado por la ninfa y sentía
envidia de sus cualidades, incitó contra ella a los pastores del país,
que la despedazaron y dispersaron sus miembros por toda la tierra.
Según otra tradición, Eco se enamoró de Narciso con un amor
desdichado, por lo que murió de dolor y continuó lamentándose en los
bosques y en las montañas.  Por último, según la narración de Ovidio,
Eco había favorecido los amores de Zeus distrayendo con su
conversación a Hera mientras el señor de los dioses cortejaba a las
ninfas.  Pero Hera, que descubrió la estratagema, metamorfoseó a la
encubridora en eco, con lo que quedó condenada a no poder repetir más
que la última sílaba de las palabras.

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