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Argentina.
En 1756 fue inaugurado en Buenos Aires el teatro de óperas y comedias
al que seguirá el teatro porteño (1804), pero solo en 1822 la
actividad de la capital empezó a adquirir importancia con la
presentación de óperas italianizantes.
Teatro. Después de los tanteos de la época colonial, el teatro
argentino atravesó una larga etapa sin valores propios, pero a fines
del s. XIX aparecen autores de relieve en los espectáculos dramáticos
incorporados al circo; destacó el actor José Podestá, quien se hizo
famoso llevando a escena la novela gauchesca de Eduardo Gutiérrez 'Juan
Moreyra' (1884).
Destacan en esta época Enrique García Velloso (1881-1928), Martín
Coronado (1850-1919), Belisario Roldán (1873-1922) y Nicolás Granada
(1840-1915).
Gregorio de Laferrere (1867-1913) escribió comedias sobre la clase
media; Julio Sánchez Gardel (1879-1937), Vicente Martínez
Cuitiño (1887) y César Iglesias Paz (1882-1922) escribieron obras de
carácter intelectual.
La máxima figura del sainete fue Alberto Vacarezza (1886). La comedia
y el drama fueron cultivados por Samuel Eichelbaum (1894), Rodolfo
González Pacheco (1886-1949) y Pedro E. Pico (1882-1945).
La figura más significativa de la comedia actual es el poeta Conrado
Nalé Roxlo (1898), autor de obras fantásticas; Omar del Carlo (1918)
ha incluido elementos míticos en la realidad cotidiana.
A partir de la década del 30 se intensificó el «teatro experimental»,
generalmente de intención política; entre las nuevas promociones de
autores destacan Carlos Gorostiza (1920), Agustín Cuzzani, Atilio
Betti y Andrés Lizarraga.
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