[GELEX77]
Cesura.
n.f. (lat. caesaram, corte, der. de coedere, cortar).
Versif. Límite rítmico en el interior de un verso, seguido
teóricamente de una pausa.
- En la versificación antigua (sánscrito, griego, latín) hay siempre,
en el interior de los versos un poco largos, un final de palabra
obligatorio, que coincide con determinadas posiciones. Si este corte
no coincide con el final de un pie, se denomina cesura; si separa dos
pies, se llama diéresis. La cesura es una pausa de la voz; señala,
pues, aunque a veces se ha asegurado lo contrario, un corte en el
sentido y, a la vez, en el ritmo. La presencia de una cesura evita la
elisión o la abreviación de una vocal en hiato. El poeta coloca por
lo común en la cesura una palabra que pretende destacar. Los
hemistiquios separados por la cesura forman unidades rítmicas dotadas
de una cierta independencia; desde el punto de vista del sentido,
contienen a menudo, en la poesía homérica, fórmulas estereotipadas que
el poeta emplea como piezas de una marquetería. En los hexámetros
dactílicos griegos, la cesura más frecuente es la del tercer troqueo,
situada entre las dos sílabas breves del dáctilo del tercer pie. La
cesura 'pentahemímera', algo menos frecuente, se coloca detrás del
quinto medio pie; ambas dividen el verso en dos hemistiquios casi
iguales. Eran utilizadas también la 'trihemímera', tras el tercer
medio pie, y la 'heptahemímera', después del séptimo medio pie. En
los hexámetros dactílicos latinos domina la cesura pentahemímera:
'Arma virunque cano | Troiae qui primus ab oris...' (Virgilio)
Si no se emplea la pentahemíomera recurrir a un juego de dos cesuras,
una principal y otra secundaria; por ejemplo, heptahemímera y
trihemímera, respectivamente:
'Purpureos | moritura manu | discindit amictus' (Virgilio)
El trímetro yámbico griego y el senario yámbico latino aparecen
generalmente divididos en dos partes casi iguales por una cesura
pentahemímera. El pentámetro dactílico tiene, en vez de cesura,
diéresis central.
- En la versificación española la cesura, efectuada en un lugar
determinado del verso, lo divide en dos partes llamadas hemistiquios.
Se diferencia de la pausa final de un verso en que la cesura permite
la sinalefa entre las partes que divide, pero nunca el hiato; la
pausa, por el contrario, no admite la sinalefa y sí el hiato,
permitiendo además que los versos y hemistiquios acaben en palabras
llana, aguda o esdrújula. La cesura no admite adición ni supresión
que pueda afectar al número de sílabas; la diferencia no estriba,
pues, en la mayor o menor duración de la interrupción, sin en los
diferentes valores métricos.
(Sin. Incisión).
--Música. Pausa suspensiva de la frase musical. Se llama masculina
cuando recae sobre un tiempo fuerte y femenina cuando el tiempo es
débil.
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