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Don Juan (Fábula y personaje).
Personaje legendario de origen español, que reúne en su figura un
doble tema que parece de procedencia diversa: el 'del joven libertino
que bromea sin respeto con los muertos' y 'el tema del burlador', el
hombre de las fortunas amorosas, de quien las mujeres invariablemente
se enamoran y a las que, invariablemente, engaña y olvida' (Marañón).
Entre los eruditos que han estudiado los orígenes y formación de esta
leyenda, localizada en Sevilla, figuran los españoles Lomba, Said
Armesto, Blanca de los Ríos, Américo Castro y Menéndez Pidal, y entre
los escritores que han comentado diversos aspectos sicológicos de ella
destacan Ortega y Gasset, Ramiro de Maeztu, Pérez de Ayala y Marañón.
Al margen de las diversas teorías sobre sus antecedentes y prototipos
históricos, lo innegable es el hecho de su gran difusión universal,
que ha hecho que don Juan, junto con Don Quijote, sea uno de los mitos
hispánicos de mayor resonancia en el mundo entero.
La leyenda aparece plenamente configurada por vez primera entre 1625 y
1630 en una obra de Tirso de Molina: 'El burlador de Sevilla y
convidado de piedra', título que indica ya la dualidad característica
del personaje, libertino desenfrenado que se burla de los muertos y
prepara para ellos un festín y que termina hundiéndose en el infierno,
al que es atraído por la mano de una de sus víctimas, a la que desafía
después de muerta. Este tipo de contrastes tan acusados atrajo
inmediatamente la atención de los autores italianos, e inspiró al cabo
de pocos años a Giliberto una tragicomedia perdida en la actualidad;
se conserva, en cambio, una grotesca comedia de aventuras, 'El
convidado de piedra', antes de 1650, de Giacinto Andrea Cicognini.
A comienzos de la segunda mitad del s. XVII, los cómicos italianos
introdujeron el tema en Francia: Villiers (1659) y Dorimond (1661)
escribieron dos mediocres imitaciones, ambas tituladas 'El festín de piedra' -
El festín de piedra- que popularizaron el personaje, sugiriendo a Moliere la idea
de su 'Don Juan' (1665), versión que supera a todas las anteriores en
vigor dramático y caracterización psicológica. El éxito del personaje
en Francia está atestiguado por otras obras de la época, como 'El
festín de piedra o el ateo fulminado', 1669, de Rosimond, y por
la adaptación en verso de la comedia de Moliere que realizó
Thomas Corneille en 1677. De este último año es también
una adaptación inglesa de Thomas Shadwell.
En el s. XVII pareció agotarse el ciclo de todas estas imitaciones y
adaptaciones que tuvieron su origen en Italia; a comienzos del XVIII,
el español Antonio de Zamora, en 'No hay plazo que no se cumpla ni
deuda que no se pague, y convidado de piedra', volvió a remontarse al
drama de Tirso, aunque introduciendo en él numerosas innovaciones de
enfoque. A través de la obra de Zamora, el tema se introdujo por
segunda vez en Italia: en 1734, Goldoni estrenó en Venecia su 'Juan
Tenorio o el libertino castigado'; en 1761 Gluck estrenó en Parma un
ballet en 4 actos titulado 'Don Juan o el convidado de piedra', con
coreografía de Angiolini; pero el primer compositor que hizo de
don Juan el tema de una ópera fue Vicenzo Righini:
'El convidado de piedra o el libertino', 1777.
Finalmente, en 1787, Mozart estrenó 'Don Giovanni'.
En el s. XIX el romanticismo europeo se sintió atraído por este mito,
e insistió en el satanismo del personaje, en el que se encarna el
genio del mal, y en la profunda inquietud que consume al seductor,
incapaz de encontrar un amor verdadero. Pushkin publicó en 1830 su
tragedia 'El convidado de piedra'; Mérimée, en 1834, el cuento titulado
'Las almas del purgatorio o los dos don Juan' (Les âmes du purgatoire
ou les deux don Juan); Dumas estrenó en 1836 su drama 'Don Juan de
Maraña o la caída de un ángel', y hacia 1844 el alemán Lenau escribió
el drama inconcluso 'Don Juan'. El drama de Grabbe 'Don Juan y Fausto',
1829; y el poema de Byron, 'Don Juan, sátira épica' (Don Juan, an epic satir),
se apàrtan ya considerablemente del tratamiento habitual de la leyenda:
en el primer caso, entroncándola con la del 'Fausto' goethiano, y en el
segundo, creando un vasto cuadro burlesco y satírico que no debe prácticamente
nada a los orígenes del tema. El 'Don Juan Tenorio' (1844) de Zorrilla es,
sin duda, la versión moderna más hábil y afortunada de este personaje,
que deja de ser el seductor fanfarrón, incrédulo y odioso, y gana una extraordinaria popularidad al convertirse en héroe desenfadado y simpático.
En la segunda mitad del s. XIX las aportaciones literarias al tema
donjuanesco fueron de escasa importancia (recuérdese, sin embargo,
un poema de 'Las flores del mal' de Baudelaire, 'Don Juan en los Infiernos),
pero, en el s. XX, las versiones de la leyenda abundan extraordinariamente.
En el teatro español cabe citar 'Don Juan de Mañara' de los hermanos
Machado, 'Don Juan de España' de Martínez Sierra, 'Don Luis Mejía'
(1925) de Marquina y Hernández Catá, y las dos versiones de Jacinto
Grau: 'Don Juan de Carillana' (1913) y 'El burlador que no se burla'
(1930). En el terreno de la escenografía tuvieron mucha resonancia
los decorados que pintó Salvador Dalí en 1949 [para el Tenorio de Zorrilla],
y en el del cine, la película de Sáenz de Heredia 'Don Juan'.
En el teatro francés destacan 'Miguel Mañara' (1911-12) de Milosz, 'El
hombre de la rosa' de Henri Bataille, 'La última noche de Don Juan' (1922)
de Edmond Rostand y 'Don Juan' (1958) de Montherlant, y en la novela
corta 'Los tres donjuanes' (Les trois Don Juan) de G. Apollinaire.
En el teatro inglés, 'Hombre y superhombre', 1903, de Shaw
y 'Don Juan o la muerte de Satán', 1956, de Ronald Duncan.
'Camino real' (1953) del norteamericano Tennessee Williams y
'Don Juan o el amor a la geometría', 1953, del escritor suizo en lengua
alemana Max Frisch, abordan el tema también desde muy distintos
puntos de vista.
Más obras centradas en el tema:
-El burlador de Sevilla y convidado de piedra, atrib. Tirso, antes de 1630
-Don Juan o el festín de piedra, Moliere, 1665
-Don Giovanni o el libertino castigado, opereta Da Ponte/Mozart, 1787
-Don Juan Tenorio, ópera, Carnicer, 1822
-Don Juan Tenorio, Zorrilla, 1844
-El convidado de piedra, ópera, Pushkin/Dargomizhski
-La locura de Don Juan, Arniches, 1913
-La sombra de don Juan, Alfano, 1914, ópera
-Juan de Zarissa, Egk, 1940, ballet
-Don Juan de Mañara, Alfano, 1941, ópera
-Don Juan 38, Amorim, 1959
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